sábado, 9 de mayo de 2009

Los padres, regalo divino

Cuando era niño les pedí a mis padres que me regalaran un muñeco, ellos en cambio me regalaron un carrito de madera que les recordaba cuando vivíamos en el rancho, sin duda me moleste, cuando crecí un poco más, les pedí los muñecos que estaban de moda, pero ellos me regalaron otros tan feos que ni siquiera los recuerdo bien, cuando llegue a mi juventud, les dije que me regalaran en navidad un automóvil, ellos me regalaron un libro, en mi siguiente cumpleaños le pedí una motocicleta o un automóvil mustang, ellos me regalaron una bicicleta, durante mi tiempo de supuesta madurez se empeñaron en regalarme cosas, en cada celebración familiar, que no me gustaban o que no necesitaba, crecí y me hice mayor, mis padres también avanzaron y fueron a un lugar al que no los puedo acompañar todavía, esta navidad no recibí ni un regalo, fui a visitarlos y ellos querían que les regalara a un hombre, maduro, feliz y realizado, en cambio, yo solo les lleve flores y lagrimas, la semana pasada mi hijo cumplió quince años y me pidió un automóvil, yo en cambio, le regale el libro que me dieron mis padres.