martes, 12 de mayo de 2009

Ni tú ni yo somos los mismos

Este post lo tome del blog Casa de los Cuentos, lo leí y simplemente me fascino, las personas que me conocen saben que soy adicto a leer frases y cuentos cortos que te dejen alguna enseñanza y al leer este post no pude mas que maravillarme, y mas si las frases o cuentos son de o acerca de maestros espirituales, espero que les guste tanto como a mi y espero que no se moleste la Casa de los Cuentos por esto, pero sinceramente es algo que no pude dejar pasar.

Anónimo hindú

El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la compasión. Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo.
Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo sucedido pero permaneció impasible, sin perder la sonrisa de los labios.
Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente.
Muy sorprendido, Devadatta preguntó:
-¿No estás enfadado, señor?
-No, claro que no.
Sin salir de su asombro, inquirió:
-¿Por qué?
Y el Buda dijo:
-Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando me fue arrojada.