Viendo tu nombre jugar
con letras del alfabeto
escrito en cualquier lugar
haces mi día perfecto
recorriendo la ciudad
o contemplando los vientos
que traen tu aroma frutal
sazonado con lo incierto
se acompañan del menear
de tu cadera y cabello
y la espiral celestial
de mi estomago revuelto
que juega sin reposar
con mariposas y besos
y la esperanza fugaz
de volver a ver tu cuerpo
y decirte sin dudar
lo que pienso y lo que siento
y escuchar sin descansar
que quieres lo que yo quiero
dejaremos al azar
enredar los sentimientos
y que decida al final
que será de todo esto.
jueves, 8 de julio de 2010
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