Mueve mujer, montañas con tu sonrisa
siembra un rosal y riégalo con tus besos
muéveme a mí, también, con uno de esos
y hazme feliz con tus andares sin prisa
llena mi día, con tus rayos deslumbrantes
y un manantial que se parezca a tus ojos
quiero admirarlo en los escasos instantes
que no me sueño besando tus labios rojos
píntale un sol, a mi nublado paisaje
dibuja un mar, en mi áspero desierto
y tranquiliza, con el vaivén de tu oleaje
a los navíos aparcados en mi puerto
hazme sentir en los labios tu presencia
déjame entrar en tu tierno paraíso
si estas aquí, es la más clara evidencia
que te conozco, por que Dios así lo quiso.
lunes, 17 de agosto de 2009
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