martes, 23 de junio de 2009

Pongámonos en contra de los gobernantes no del gobierno.

Si bien es sabido que en los últimos años, los representa de la ley y el orden se han dedicado a sacar los mas obscuros secretos de sus rivales, no hay por que culpar al gobierno por ello, son los mandatarios los que obran con alevosía y ventaja en contra de la ciudadanía; el gobierno es un organismo creado para el bienestar de los ciudadanos, lo malo es que una serie de ratas se han infiltrado en el para abusar del poder ejercido para, posteriormente, tener abultadas cuentas bancarias en otros países y poder sacar a ¨dar la vuelta¨ a las actrices mas voluminosas de los medios publicitarios y artísticos, así como darse el lujo de comer en los mejores lugares del mundo y darse vacaciones soñadas por todo el populacho, eso sin tomar en cuenta los fondos de retiros que se inventan; de esta manera, crean una imagen llamada ¨gobierno¨a la cual los ciudadanos podemos culpar y ellos al final de su mandato, se marchan del país llevándose toda su riqueza; pero al final, quien es el culpable? El gobierno y solo el gobierno, el cual al final no puede terminar pagando los platos rotos simplemente por que no existe, o quien lo conoce? Alguien lo ha visto? Se dice que no se puede hacer nada contra el y es la verdad, simplemente por que no es una persona viva y presente, es como decir que Dios es inmortal, pues claro, por que nadie lo ha visto y por tanto no lo pueden matar, por que de verdad que si lo pudiéramos ver ya lo hubiéramos hecho, al menos la iglesia si, pero esa es otra historia, el caso es que si no se puede hacer nada contra un organismo no viviente, se puede hacer mucho en contra de el existente, cual es la solución, la unión, pero la unión de quien? Del pueblo, es la respuesta, pero cual pueblo? Una bola de gente temerosa escondida en sus hogares pensando solo en como nos jode el ¨gobierno¨ y pensando en el futuro de los hijos, de la esposa y de la amante. Puta madre, estamos jodidos.

martes, 16 de junio de 2009

Estático

Horribles sensaciones han pasado por mi ser en estos tiempos de paz, y me doy cuenta que la tranquilidad no se hizo para el goce del hombre, momentos de desesperación me dominan y me atan a su vil existencia, no comprendo la situación, solo la vivo e intento evadirla, sin obtener exito alguno, confio en que el movimiento me salvara, pero estoy tan encerrado en esto que no encuentro la salida, intento someterme a la mas exaustiva de las meditaciones, pero los fantasmas de mi pasado me atormentan mas y mas, no queda otra cosa mas que esperar el momento en que se aburran de mi y se descuiden, para entonces, poder evadir su asquerosa presencia.

viernes, 12 de junio de 2009

En blanco

En blanco se encontraba aquel espacio, esperando a que un repentino rayo de tinta partiera su intacta virginidad, aguardaba para transformar la nada en una idea llevada a su primer plano, al inicio de su carrera, a la vista de la muchedumbre, de los guardianes del conocimiento, de los portadores de la mentira y la verdad, de la crítica y el análisis, de los buscadores de tesoros, de los charlatanes y los maestros; fue entonces cuando apareció la mano acusadora, transformando en realidad el horrible sueño que tanto anhelaba aquel espacio, sin darse cuenta, hasta el final, de la terrible pesadilla que había desatado, robo del regazo de los iluminados la pureza, y l lanzo a los lobos para que fuera devorada, lo que el árbol tan amablemente ofreció, la tinta lo mancho de sangre.

viernes, 5 de junio de 2009

Movimiento

La paz y la tranquilidad son pésimos consejeros en tiempos de continuo movimiento, el permanecer estáticos hace que la mente se empolve y se llene de peso innecesario, ocasionando así, una pereza crónica que repercute en el desarrollo cotidiano de las ideas espontáneas; creando de tal manera un estado de psicosis personal y llevándote a caer en la demencia antiartística y en la errónea comprensión de un todo que debe permanecer constantemente evolucionando; perdiendo de esta manera, su perfecta naturaleza; un estado sublime de frenesí autoinducido o premeditado.